El pasado 15 de septiembre fuimos testigos de la magia que ilumina nuestros cielos durante las celebraciones patrias en México. Sin siquiera saberlo, gran parte de ese espectáculo se debe al óxido de zinc, un compuesto químico que juega un papel crucial en la creación de colores y destellos en la pirotecnia. Cada chispa blanca y cada efecto centelleante son resultado de la química detrás de este ingrediente esencial en la industria de los fuegos artificiales.
La pirotecnia tiene raíces milenarias y se originó en China hace más de mil años, cuando los alquimistas descubrieron que ciertas mezclas químicas podían producir fuego, luz y sonido. Desde entonces, esta tradición se ha expandido por todo el mundo, llegando a México, donde Tultepec, Estado de México, se ha consolidado como el principal centro productor de fuegos artificiales, manteniendo viva esta tradición única.

Principales usos del óxido de zinc en pirotecnia
Generación de colores y destellos
El óxido de zinc actúa como agente colorante, produciendo tonos blancos brillantes y potenciando otros colores en los fuegos artificiales. Gracias a su capacidad de emitir luz intensa al quemarse, es ideal para cohetes, bengalas y efectos luminosos que iluminan el cielo durante festividades.
Regulación de la combustión
Además de su función estética, el óxido de zinc ayuda a controlar la velocidad de combustión en algunas mezclas, garantizando que los efectos sean más seguros y predecibles.
Efectos centelleantes
Combinado con metales y oxidantes específicos, el óxido de zinc contribuye a crear destellos y chispas, característicos de bengalas y ciertos tipos de fuegos artificiales.
Producción de humo blanco
En algunas formulaciones, el óxido de zinc participa en la creación de humos blancos, agregando dramatismo y efectos visuales adicionales.
Tultepec y la temporada de mayor demanda
En México, Tultepec es reconocido como el epicentro de la pirotecnia, con talleres que producen desde cohetes y volcanes hasta castillos pirotécnicos. La producción alcanza su pico de demanda durante diciembre, especialmente en fiestas navideñas y Año Nuevo. También aumenta en celebraciones locales y ferias tradicionales, como el Día de la Virgen de Guadalupe y la Feria Nacional de la Pirotecnia.
Conclusión
El óxido de zinc es un aliado silencioso en la pirotecnia: proporciona color, luz, centelleo y estabilidad en las mezclas, permitiendo que cada espectáculo sea visualmente impresionante. Desde su origen en China hasta la producción artesanal en Tultepec, este compuesto ha sido parte esencial de un arte que combina historia, química y tradición. La próxima vez que miremos un cielo iluminado, recordemos que detrás de esa magia hay ciencia y creatividad trabajando en perfecta armonía.




