Óxido de Zinc y sus beneficios en Salud Humana

Óxido de Zinc y sus beneficios en Salud Humana

El zinc es un oligoelemento muy importante que participa en varios procesos fundamentales para mantener nuestro cuerpo en condiciones óptimas. Al igual que el hierro, es esencial para asegurar la buena salud de nuestro organismo. Además de desempeñar un papel clave a nivel celular y en el sistema inmunológico, también contribuye al correcto funcionamiento del olfato, el gusto y a acelerar el tiempo de cicatrización de las heridas. Durante el embarazo, la lactancia y la niñez, el cuerpo necesita zinc para crecer y desarrollarse adecuadamente. Diversos estudios han demostrado que en los países en desarrollo, las poblaciones con deficiencia de zinc tienen una mayor probabilidad de contraer neumonía, infecciones que derivan en diarrea y resfriados.

Deficiencias en el organismo

Los síntomas más representativos de un organismo que carece o tiene niveles muy bajos de este mineral pueden ser:

  • Infecciones frecuentes
  • Hipogonadismo en hombres
  • Reducción de los niveles de concentración
  • Pérdida de cabello y pérdida de apetito
  • Llagas en la piel
  • Heridas de cicatrización lenta

 

El hecho de que una persona presente uno o más de estos síntomas no es motivo para autodiagnosticar una deficiencia de zinc. Por el contrario, se recomienda acudir a un profesional de la salud para obtener una correcta evaluación clínica.

Consumo excesivo

Como en todos los casos, cuando el cuerpo tiene un exceso de un nutriente o mineral, es el propio organismo el encargado de eliminarlo a través de diferentes mecanismos. En el caso de un exceso de zinc, podría causar náuseas, vómitos, pérdida de apetito, calambres, diarrea, dolores de cabeza, presión arterial baja, dolor en las articulaciones y un sabor metálico en la boca.

El consumo frecuente que excede la dosis diaria recomendada (150 mg) a largo plazo puede llevar a una deficiencia de cobre, alteración en los niveles de hierro y debilitamiento del sistema inmunológico.

Es importante que el zinc, en sus diversas formas, NUNCA SE CONSUMA sin la supervisión y/o recomendación de un experto, quien será el encargado de prescribir la dosis adecuada para cada persona.

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